La piedra natural como revestimiento vertical
RESUMEN
Este artículo resalta el uso de la piedra natural como revestimiento en arquitectura tanto exterior como interior, ya que se trata de un material resistente, duradero y sostenible. También pone el foco en la peculiar colocación de la piedra natural en una de las obras que actualmente estamos ejecutando en una vivienda unifamiliar situada al norte de Madrid. Este tipo de revestimientos pétreos es habitual encontrarlo en paredes colocando la piedra en posición horizontal, mientras que en el caso de esta vivienda la piedra se ha dispuesto en posición vertical
INTRODUCCIÓN
La piedra natural como material de construcción ha sido utilizada por el ser humano desde la prehistoria, perdurando su aplicación hasta la actualidad. En las últimas décadas se pueden observar proyectos arquitectónicos en los que se incorpora la piedra natural como revestimiento en interiores y exteriores. Este material aporta un punto de exclusividad al proyecto, ya que ninguna piedra es igual a otra. Cada piedra es única, concediendo a los proyectos un aspecto propio y noble que adquiere valor a lo largo de los años.
Centrándonos en las ventajas, la piedra natural aporta numerosos beneficios en lo que a construcción sostenible se refiere. Cumple las características básicas que ha de tener un material sostenible: procede de la naturaleza, es saludable para el ser humano (no es nocivo) y dura con el paso del tiempo.
Es un material resistente y duradero cuya apariencia se mantiene a lo largo de los años, lo que ocasiona menos costes de mantenimiento.
Debido a su durabilidad, la vida útil de la piedra natural no tiene por qué ser la misma que la del edificio, de manera que se puede reciclar y colocar en otra nueva construcción.
Gracias a su elevada inercia térmica, este material se convierte en un gran aislante, mejoran-do la eficiencia energética de la vivienda.
Por último, mencionar la versatilidad que presenta el material ya que puede ser instalado en interiores, exteriores, fachadas, paredes y suelos.
MATERIAL Y EJECUCIÓN
La piedra natural utilizada en una de las obras que actualmente se está ejecutando es un tipo de cuarcita procedente de las canteras de la localidad española de Macael, situadas en la parte central de la provincia de Almería, agrupadas en la Sierra de los Filabres. Esta piedra se extrae realizando varios cortes a las planchas de cuarcita con cizalla neumática de alta presión. Este tipo de cuarcita de gran dureza es la que protege al mármol blanco, descubriéndose éste después de la extracción de la misma.
La peculiaridad y originalidad de este revestimiento que tenemos en obra es la colocación de la piedra en posición vertical, dificultando su ejecución e instalación ya que este material cortado en forma de lajas se ejecuta habitualmente en posición horizontal. Esta particular disposición de la piedra como revestimiento en paramentos verticales viene definida en el proyecto realizado por el estudio de arquitectura Dahl & Ghg Arquitectos.
En lo que a ejecución se refiere, los diferentes tipos de corte dan la posibilidad de disponer la piedra de manera regular empleando el sistema de “mampostería concertada”, colocando una a una cada piedra en sus caras planas lo más regular posible. Este revestimiento no presenta mortero entre sus juntas, pues el material de agarre sólo se aplica en la cara de la piedra que está en contacto con el paramento vertical.
La principal dificultad a la hora de ejecutar este revestimiento es mantener la verticalidad de las piedras en altura. Para evitar que las hiladas verticales tiendan a inclinarse durante la ejecución, an-tes de la colocación de la piedra se trazan en el paramento unas líneas verticales cada 40 centímetros aproximadamente a modo de maestras. Estas líneas hacen de guías y van marcando la verticalidad cada 5 o 6 hiladas verticales. Para ejecutar el revestimiento, no hay despiece definido, el despiece coge forma a medida que el operario va realizando el revestimiento.
Otro aspecto que ha presentado ciertas complicaciones en la ejecución es el remate de la piedra en esquinas de fachadas o muros. Todas las piedras son suministradas en sacas y vienen cortadas de la misma forma, por lo que no hay formato esquinero. Aunque el corte de la piedra sea el mismo, encontramos unas piezas más anchas que otras, de mayor o menor espesor y con altos variables. Dentro de esta variedad de espesores y dimensiones, las piezas tienen un ancho comprendido entre 7 y 10 centímetros, de 4 a 5 centímetros de espesor y una altura comprendida entre 20 y 30 centímetros. Al no disponer de formato esquinero, la solución aplicada para el caso de las esquinas es usar lajas más finas para instalarlas en los huecos que se producen al colocar la piedra en las esquinas. El operario selecciona las lajas más finas o corta una de las lajas en dos partes para obtener piezas de menor espesor.
RESULTADOS
Una vez finalizado el revestimiento, cabe destacar el acabado de la piedra natural. A simple vista y en contacto con la luz del sol, se puede observar el brillo de la cuarcita y los distintos tonos que presenta la piedra. Debido a los entrantes y salientes de las piezas de piedra, el paramento presenta una textura y relieves que van tomando forma gracias a las sombras que proyectan unas sobre otras. Esta disposición singular de la piedra presenta una integración arquitectónica a nivel paisajístico, pues la piedra dispuesta en vertical consigue cierta similitud a la forma de las cortezas de los árboles, consiguiendo que la vivienda se integre totalmente con el entorno.
CONCLUSIÓN
Por último, destacar la piedra como material de construcción por su vistosidad, resistencia a factores atmosféricos, durabilidad y su vida útil con bajo coste. Presenta estas ventajas tanto en obra nueva como en reforma y rehabilitación.
Silvia Vega Requena
Arquitecto Técnico